lunes, 27 de julio de 2009

UN SUEÑO

Cierta noche platicaba sobre las cosas que nos pasan y que creemos que dificilmente podremos olvidar, pero no siempre son cosas que hemos vivido o por lo menos una cosa que creo que jamas olvidare no me ha pasado aún.

En una ocasión me encontraba (para no variar) en una fiesta, seguramente de un desconocido, porque a pesar de que había gente conocida en aquel lugar, me parece que nunca había estado ahí. Fuera de eso todo era como siempre, música, alcohol, mujeres, y seguramente algo mas, pero no lo recuerdo, o simplemente es tan común que no lo tome en cuenta.

Todo parece indicar que llegue a esa fiesta solo, o por lo menos cuando salí de la casa para retirarme nadie me acompañaba, solo recuerdo que al llegar a una puerta de la casa se encontraba un viejo amigo que al ver mi mano estirada hacia él para despedirme dijo -aun no te vayas- a lo que respondí -ya es tarde- -ya me voy-. Me da la mano y me dice -con cuidado- yo solo le doy un ultimo trago al vaso que tengo en la otra mano y muevo la cabeza en señal de afirmacion, abro la puerta y veo un estacionamiento bastante amplio, nunca eh estado ahí.
A lo lejos alcanzo a ver una "bolita" de gente desconocida y no presto atención, busco mi camioneta, yo estoy a lado de una, pero es blanca, y la que busco es roja y aunque no la veo y nunca había estado en ese lugar, sé que esta a mi derecha y me dirijo hacia allá.
Mientras tanto una voz conocida sale del grupo de personas que para mi eran totales desconocidos, volteo y de entre los 8 o 10 personas de ahí, sale otro viejo amigo. Me dice cosas pero no recuerdo exactamente que... Todo paso muy rápido, recuerdo que lo observo venir hacia mi, pero una segunda voz (desconocida para mi) hace que regrese la mirada hacia el grupo de personas, volteo y veo a un hombre, con una pistola en la mano, apuntando hacia mi y diciendo cosas (no recuerdo que dice) y se escucha un disparo. En eso solo escucho un zumbido en mi oído, estoy tirado sobre el piso, es de terracería y solo puedo mover los ojos. Veo a mi amigo correr hacia mi y aún aturdido, alcanzo a escuchar que grita: -que ya no le dé otro!, que ya no le dé otro!-

Creo que nunca voy a poder olvidar eso y que bueno que nunca me paso... o si?



1 comentario:

Anónimo dijo...

No manchez, ya me habias espantado... ya capté!