viernes, 21 de agosto de 2009

CON SANGRE

Día 11 del presente mes, 6 a.m, todo normal. Empieza mi día sin ninguna novedad.
Pasadas las 9 de la mañana recibo una llamada el teléfono celular. una voz llorosa empieza a hablar y no entiendo bien que pasa pero reconozco la voz, me preocupo y trato de tranquilizarla para que hable claro.
Como puede me explica que acaban de atropellar a su hermano y que va en camino al hospital. No sabe que tan grave esté, pero necesita que vaya al lugar de lo sucedido porque tienen detenido al chofer responsable y no hay familiares cerca para que vayan a ver que se necesita.
Rápidamente salgo para aquel lugar y ya no encuentro nada, solo un vehículo blanco con el parabrisas estrellado, y sobre una grúa. Ya no hay policías o alguien que me informe lo sucedido. Así que me retiro para ir hacia el hospital, debido a mi facha no tengo problemas para entrar al inmueble y me dedico a buscarlo, me da miedo encontrarlo grave, pero prefiero enterarme que desconocerlo, así que continúo.
Finalmente lo encuentro en urgencias, sobre una camilla, con sangre en la cara y unas radiografías al lado.
Lo saludo, esta adolorido pero conciente.
Pregunto sobre su condición y me dicen que no hay fracturas, suspiro aliviado.
No hay nada grave.





1 comentario:

Ana Marinera dijo...

qué situaciones tan horribles, pero siempre nos toca vivirlas.